En el artículo se aborda la actualidad de esta enfermedad y se realiza un análisis de la situación y el impacto en nuestro país, así como de su tratamiento preventivo
Por la Dra. Marina R. Rocamundi, Coordinadora provincial de la Comisión Nacional de Prevención
Introducción
La fluorosis dental o esmalte moteado es una enfermedad endémica de los tejidos duros de las piezas dentarias provocada por el efecto patológico del exceso en la ingesta del ión flúor. En nuestro país existen zonas endémicas afectadas por esta patología por lo cual es importante que el odontólogo conozca su abordaje preventivo y terapeútico.
La fluorosis dental ha sido hallada en muy pocas piezas arqueológicas ya que el ser humano en la antigüedad consumía agua directamente de las fuentes naturales, en las cuales la concentración de flúor suele ser baja. La frecuencia aumentó al iniciar el consumo de agua de ESTUDIO Y ANÁLISIS napas subterráneas, ricas en minerales.
El Dr. Frederick Mc Kay fue un importante referente en el estudio de la fluorosis, llegó a la conclusión de que existe una distribución geográfica particular de estas lesiones. Junto a Black (1916) describen a los dientes afectados y realizan la importante observación de que estos dientes eran más resistentes a las caries1. Posteriormente, se descubrió la relación de esta patología con el flúor y su concentración en el agua de consumo2.
Presente de la enfermedad
Actualmente, se conoce que la fluorosis de la dentición permanente es el resultado de la ingesta diaria de agua con un contenido de más de una parte por millón (ppm) de fluoruro en los primeros diez años de vida y que, cuando la formación del esmalte se ha completado, el moteado no puede ocurrir3. El uso de fluoruros ha demostrado tener un efecto positivo sobre la prevención de caries dental y se ha catalogado como una de las medidas de salud pública más relevantes del siglo XX4, y es por esto que en muchos países realizan el agregado de este elemento a las aguas de consumo.
En Argentina, la Ley 21172 (1975) dispone adecuar el nivel de flúor a la concentración recomendada, aumentando o disminuyendo su cantidad. La administración de este ion, que puede ser tópica o sistémica, tiene el objetivo último de mantener una concentración constante de iones fluoruro (F–) en la cavidad oral para favorecer la incorporación de estos a los cristales de la superficie del esmalte erupcionado, disminuyendo la tasa de desmineralización y aumentando la tasa de remineralización. Sin embargo, actualmente se conoce que la ingestión excesiva tiene efectos deletéreos sobre el esmalte en desarrollo, generando un fenotipo hipomineralizado, poroso y de menor dureza5.
Los mecanismos celulares y moleculares mediante los cuales se produce la fluorosis dental no se han dilucidado por completo. En modelos in vitro e in vivo se ha observado que cuando el flúor se encuentra en altas concentraciones y de forma sostenida tiene efectos nocivos sobre los ameloblastos. Estos efectos son proporcionales a las dosis empleadas y tienen como consecuencia la disminución de la capacidad de esta célula para la síntesis y la secreción de proteínas, especialmente en la etapa de maduración.
Por ahora, se conoce que el flúor afecta la cinética de la biomineralización, disminuye la velocidad de la hidrólisis de las proteínas e interrumpe el proceso de eliminación de la matriz proteica, desencadenando la mineralización incompleta de los cristales de esmalte y dando origen al esmalte poroso característico de la fluorosis dental6. Existen varios índices para describir los grados de fluorosis dental, el que presenta mayores detalles es el de Thylstrup y Fejerskov (1978) o índice TF, basado en los cambios histopatológicos del esmalte7.
Los cambios observados en dientes con fluorosis van desde finas líneas blancas opacas que siguen la dirección de las periquematías del esmalte hasta el desmoronamiento del mismo, pasando por diferentes grados de severidad con cambios de coloración desde el amarillo a color café.
Los estadíos más graves muestran una superficie totalmente blanca opaca con la pérdida de pequeñas áreas de esmalte externo, ubicadas sobre todo en zona incisal y que al aumentar el grado, se van observando de mayor tamaño hasta llegar a grandes zonas de tejido faltante3.
La prevalencia de la fluorosis dental va en aumento en diferentes partes del mundo, incluso en áreas con suministros públicos de agua deficientes en fluoruro. Esto puede deberse al mayor uso de flúor en la odontología preventiva. En algunos países, la exposición a concentraciones aparentemente bajas de fluoruro en el agua potable ha provocado fluorosis dental grave en algunos niños. Esto subraya la importancia de tener en cuenta todas las fuentes de consumo de fluoruro en una comunidad antes de prescribir suplementos, o recomendar una concentración adecuada para el suministro público de agua.
El manejo preventivo de la fluorosis dental incluye la desfluoración del agua potable en áreas endémicas, el uso cauteloso de suplementos y la supervisión del uso de pasta dental florada en niños menores de 5 años. La decoloración estéticamente objetable de los dientes fluorados puede tratarse mediante blanqueamiento, microabrasión, carillas o coronas. La elección entre estos tratamientos depende de la gravedad de la fluorosis.
Bibliografía
1. Black G, McKay F. Mottled teeth-an endemic developmental imperfection of the teeth. Dental Cosmos. 1916;58:129-156.
2. McKay F. Mottled Enamel. En: Black GV Pathology of the hard tissues of the teeth - Oral fiagnosis. Chicago: MedicoDental Publishing. 1936.
3. Espinosa Fernández R, Valencia Hitte R, Ceja Andrade I. Fluorosis dental. Etiología, diagnóstico y tratamiento. Ripano. Madrid 2012.
4. Slade GD, Grider WB, Maas WR, Sanders AE. Water fluoridation and dental caries in US. Children and adolescents. Journal of Dental Research 2018, Vol. 97(10) 1122–1128.
5. Aoba T, Fejerskov O. Dental fluorosis: chemistry and biology. Crit Rev Oral Biol Med 2002; 13(2): 155-170.
6. Castiblanco Rubio GA, Martignon S, Castellanos Parra JE, Mejía Naranjo WA. Pathogenesis of dental fluorosis: biochemical and cellular mechanisms. Rev Fac Odont Univ Antioquia. 2017;28(2):408-421
7. Thylstrup A, Fejerskov O. Clinical appearance of dental fluorosis in permanent teeth in relation to histologic changes. Community Dent Oral Epidemiol. 1978 Nov;6(6):315- 28.
8. Trelles, R. 1972. Química de las aguas de la República Argentina (p. 166). Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ingeniería. Instituto de Instituto de Ingeniería Sanitaria
9. Martínez Prieto, J. M. 1988. El problema del flúor en las aguas de consumo desde la perspectiva de ingeniería sanitaria. Bol. de la Academia Nacional de Medicina, Supl., IX Simposio sobre Ambiente y Salud, 31-46
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