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“El arte no es un paliativo al estrés sino un estado de felicidad”

04/01/2022

Dra. Georgina Barrionuevo Bosch. Artista y odontóloga multifacética, vive con intensidad sus dos profesiones. Considera que la actividad artística permite conectar con el otro, humanizarse
y ser mejor frente a los pacientes

La Dra. Georgina Barrionuevo Bosch eligió el camino artístico desde muy pequeña. “Nací en un hogar en el que se respiraba arte. Mi madre era música, tenía un conservatorio. Empecé a estudiar piano de muy niña y me recibí de profesora a los 17 años. Si bien sigo ejecutándolo, lo hago solo para mi propio disfrute”, cuenta.
Hoy, se define como actriz y su larga trayectoria lo avala: “A los 4 años ya actuaba en los actos escolares. A los 12 comencé a animar fiestas infantiles e interpretaba diferentes personajes. Aunque lo hice únicamente un año, es un lindo recuerdo. Para formarme he realizado diferentes talleres de teatro, y fue así como me orienté también hacia la comedia musical”.
Además, la Dra. Barrionuevo Bosch mostró talento para el canto: “Participé en el coro del Colegio del Huerto en la primaria y secundaria en Catamarca y cuando tenía 15 años ingresé al Coro de la Provincia de Catamarca, dirigido por Guillermo Watkins. Siempre estudie canto, en el presente mi maestro es un tenor muy conocido en mi provincia: Silvio Arias. Ya de adulta, completé mi estudios y aprendí danza”.
Su variada formación, le permiten una visión amplia de lo que es el arte: “Tiene un valor inigualable, refleja tradiciones, épocas, momentos, de una persona y una sociedad. Me cuesta pensar que el mundo hubiera sido el mismo, sino hubieran existido Chopin, Beethoven, Sabina, Mercedes Sosa, Neruda, los Beatles, Sinatra, Borges, Pavarotti, Gardel, Disney, Chaplin, Nureyev y cuantos, cuantísimos más. Sin arte el mundo no sería el mismo, sino un mundo oscuro, sin brillo, sin vida”, se emociona Barrionuevo Bosch.

Un día llegó la odontología
Esa pasión un día se cruzó con otra: la odontología. Y en su profesión, también, eligió dedicarse a varias áreas: ortodoncia, disfunción de ATM, rehabilitación bucal (implantes, prótesis) y estética. Se recibió en 1986 y desde entonces atiende a sus pacientes todos los días de 8:00 a 15:00 horas en la ciudad de Catamarca. Reserva el resto de su jornada a las actividades artísticas. “En estos tiempos que vivimos, y con el estrés de nuestra profesión, necesitamos de belleza, del arte ya que nos humaniza, nos hace mejores frente a nuestros pacientes. Necesitamos mirarnos a los ojos, y el arte nos permite hacerlo”, expresa Barrionuevo Bosch.

El presente teatral
“Durante cinco años me focalicé en la comedia musical, hice representaciones de Cabaret y de Chicago. Mi maestra fue Ana Claudia Vergara. En la actualidad, estoy preparando Saltimbanquis un musical para niños, dirigida por Carlos Medina”, se entusiasma la actriz.
Su maestra en teatro de texto es Elba Blanco: “Cuando la conocí, descubrí lo que es la verdadera actuación, era lo que buscaba, en ella encontré alguien que me enseñó de verdad cómo componer personajes. Con ella hice varias obras, la mayoría unipersonales. La más importante, bajo su dirección, Una mujer, no es mujer sin su cría, una adaptación bajo los textos de Yerma de Federico García Lorca”, detalla la profesional. Otras obras en las que intervino fueron: Venecia de Jorge Accame, dirigida por Carlos Medina y Las Hijas de Eva.
Tres veces por semana se dedica a estudiar actuación y a ensayar, y todos los días hace baile clásico, con su profesor Miguel G. Achta. “Actualmente, trabajo en una obra escrita y dirigida por Lucas Salas, Tres mujeres, antología de hembras que fue seleccionada para participar del encuentro provincial de teatro, que se realizó la primera semana de diciembre de este año. En danza ensayo fragmentos de puestas de Cascanueces y La muerte del cisne”, especifica la artista.

Dos pasiones
La odontología y el arte en su sentido más amplio definen a la Dra. Georgina Barrionuevo Bosch, en ambas disciplinas pone en juego su esencia: “El arte requiere de muchas horas de preparación, estudios, cursos, sacrificio, entrega absoluta en cuerpo y alma. Un artista pone todo su ser a la hora de expresarse. En la odontología es parecido. Son mis dos grandes pasiones. A las dos las vivo con intensidad y les dedicó mi tiempo. El arte no es un paliativo para el estrés de mi profesión sino lo que me permite llegar a un estado de felicidad”.
 

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