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Profundo pesar por el fallecimiento del Sr. Oscar González

20/06/2017

La CORA comunica con profundo pesar el fallecimiento del Sr. Oscar González, "el querido gordo", quien fue gerente durante varias décadas y comenzó a trabajar en la CORA como cadete cuando eran muy joven. 

Con su entrega y esfuerzo hizo crecer a la institución, por eso y por su calidez humana será parte de la historia de esta confederación. Hacemos llegar nuestras condolencias a su familia y amigos.Resulta difícil entrar a su oficina y no verlo sentado detrás de su escritorio tapado de papeles; todos en el perfecto desorden que solo él podía descifrar. El celular en una mano y el fijo en la otra, dando indicaciones mientras tanto. El estupor es grande, tan grande como fue él para la CORA. Comenzó a trabajar una mañana de diciembre allá por 1976 y se desempeñó en sus comienzos como cadete, casi sin saberlo se fue enamorando de ella y de a poco la CORA se convirtió en su compañera y amor platónico para el resto de su vida. Al principio la actividad institucional se desarrollaba en una oficina ubicada en un subsuelo; luego, como toda pareja que progresa, la CORA y Oscar se fueron a vivir a la calle Azcuénaga. Posteriormente, y ya más consolidados, se mudaron a un nuevo departamento en la calle Riobamba. Mientras tanto Oscar de la CORA, como ya se lo conocía, tuvo dos grandes amores bien terrenales: Gladys, su esposa, y Cecilia, su hija, quienes ocuparon siempre un lugar primordial en su corazón.
Oscar “El Gordo” y la CORA siguieron creciendo juntos y así 41 años después, él ya transformado en su gerente y la CORA en una señora madura seguían tras proyectos en común, habitando su casa grande, aquella que siempre buscaron, sobre la Av. San Juan. Pero iban por más… Él siempre decía “me voy a retirar organizando el Congreso Mundial de la FDI en la Argentina, esa va a ser la frutilla del postre en mi carrera”.
Dios no quiso que esto sucediera, tal vez lo necesitaba allá arriba para organizar algo, y se fue de improviso. Dejó cientos de amigos que lo van a extrañar, muchas personas que echarán de menos sus consejos e historias de vida, miles de odontólogos que aunque sea por teléfono sabían de su existencia y su capacidad para resolver problemas.