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Escuela de Odontología de la USAL-AOA: veinte años

14/02/2017

Se presenta una encuesta en la que los alumnos y egresados manifiestan su satisfacción por la formación que reciben, y por el nivel académico de los docentes

Por los Dres. Claudio Guerra, director de la Carrera de Odontología USAL-AOA y Brian Murdoch, presidente de la Asociación Odontológica Argentina (AOA)

En la década de 1990, existió en nuestro país un proceso de expansión explosiva de las carreras de grado y posgrado, probablemente favorecido por una tendencia mundial al privatismo y a la comercialización de la educación superior, que por entonces dejó de ser un bien exclusivamente público. Durante muchísimos años la Asociación Odontológica Argentina fue el custodio de una parte de esa educación superior, encaró el posgrado en el campo de la odontología con una auténtica vocación federal en un país en donde dentro del diseño del sistema universitario esa actividad no estaba priorizada, probablemente postergada por la preocupación de aumentar, primero, la escolaridad secundaria, y luego, lograr un mayor número de estudiantes universitarios.
Eran tiempos en que se asociaba educación universitaria con bienestar público. Salpicados por los sucesos de la década de 1990 incluso antecediéndolos, un grupo de dirigentes creyó oportuno darle respaldo y un marco universitario a tan profusa actividad institucional, entendiendo los tiempos en los que les tocaba vivir y renovando su compromiso y esfuerzo. Surge así la Carrera de Odontología, resultado de un convenio, que hoy lleva más de veinte años de vigencia, entre la Universidad del Salvador, primera universidad privada del país, y la Asociación Odontológica Argentina.

Un balance del proyecto educativo
El proyecto educativo se sustentó en el prestigio de los docentes que lo pusieron en marcha y que lo sostuvieron por mucho tiempo. Su participación respondió a una causa, razón o motivo, sin duda ligada con lo vocacional y el deseo de aportar a la mejora de la práctica profesional. Naturalmente esos fundadores van siendo reemplazados, y aparece una nueva generación de socios y docentes para formar la línea de sucesión institucional y asegurar una continuidad, promoviendo conocimientos y experiencias para convocar a aquellos que serán los futuros guardianes de todos los activos del proyecto educativo.
Es un momento de análisis de lo realizado y para rendir cuentas a la comunidad odontológica a la que pertenecemos. Según los conceptos actuales, en educación en Ciencias de la Salud debemos hacerlo. Así lo proclama, entre otros, el documento más importante referido a la formación de los bioprofesionales, el Global Consense Social Accountability, mayormente conocido por su sigla GCSA. Se trata entonces no ya de contar nuestras intenciones sino de constatar como preparamos a nuestros alumnos e indagar si nuestros egresados se han desempeñado para lo que supuestamente fueron preparados. Lo averiguado debemos hacerlo saber a nuestros pares. Rendir cuentas.

Rendir cuentas sobre lo actuado
Está comprobado que la opinión de los estudiantes es confiable y de alto valor diagnóstico para identificar los problemas de una carrera, que luego deben solucionarse. Para conocerla se decidió la aplicación de dos herramientas. La técnica del focus group, estudio de carácter cualitativo-exploratorio, estuvo a cargo de la Secretaría de Planificación, Desarrollo y Gestión Curricular del Vicerrectorado Académico de la Universidad del Salvador y cuyo texto completo está disponible para su consulta en la Dirección de la Carrera de Odontología. Las conclusiones de manera breve nos dicen que el principal motivo de la elección para cursar la carrera de odontología en la USAL-AOA son las referencias y recomendaciones de graduados y profesionales odontólogos cercanos a los alumnos, como familiares y allegados a la familia. Algunos dieron cuenta que la USAL se mostraba más organizada respecto a otras a las que habían asistido y desertado, refiriendo conformidad por el cambio asumido.
Expresaron una alta valoración del cuerpo docente sobre el que manifestaron conformidad por la participación de profesionales destacados. Calificaron la bibliografía de referencia como adecuada y actualizada; sobre las diversas asignaturas que conforman la carrera, manifestaron un alto nivel de conformidad respecto a sus contenidos para la formación del futuro profesional odontólogo, concepto avalado con frases como: “La formación que tenemos es muy buena”, “Se sale bien formado”, “Salís sabiendo hacer de todo”, “La cantidad de prácticas nos sobran”. La cantidad y el tipo de prácticas que ofrece la carrera se destacan como una de sus fortalezas. No todos fueron aplausos. La principal crítica es, según el parecer de los jóvenes, una carga horaria excesiva y agobiante.
La segunda herramienta utilizada fue la denominada DREEM, un acrónimo que significa dundee ready education examination medical. Esta herramienta tiene un formato internacional y se ha aplicado en diversas facultades de Odontología, especialmente de Europa, por lo que permite de una manera cierta la comparación de resultados.
Con ella se logra la valoración del clima educativo (entendido como el conjunto de todo lo que pasa en una facultad), proponiéndose puntualmente identificar a aquella presión existente sobre el alumno y que tiene incidencia sobre su aprendizaje, grado de satisfacción y éxito académico. Su aplicación estuvo a cargo de la asesoría pedagógica de la Dirección de la Carrera y los resultados fueron satisfactorios.
Estas herramientas no nos han dicho si nuestra escuela es buena o mala. Ello lo dirá la valoración del desempeño de sus egresados en su medio asistencial, en la realidad de su práctica. Nos han dicho solo lo que piensan los alumnos mientras la transitan, y de lo dicho por ellos, estamos muy contentos y orgullosos.
Para conocer la opinión de nuestros egresados generamos una encuesta con soporte informático intentando llegar a los 372 profesionales de las 17 promociones existentes hasta mediados del 2015. Sus resultados se encuentran disponibles en la Dirección de la Carrera de Odontología.
Para responderla debieron ingresar a la dirección http://www.aoa.org.ar/grado-usal-aoa/egresados y lo hicieron en un número suficiente para que la encuesta sea válida. Hubo respuestas de todas las promociones. Entre las debilidades, los egresados han coincidido con los estudiantes en mencionar una carga horaria excesiva.
Agregaron que tuvieron mucha exigencia en los primeros años y que a partir de tercer año, fue más sencillo y gratificante. Dieron cuenta de las limitaciones del edificio actual en cuanto a su capacidad y de ciertos aspectos administrativos en la relación con la universidad. Aunque un gran porcentaje (35%) ha obtenido título de especialista, es bajo aún el número de magísters y doctores.
Entre las fortalezas se destacan los comentarios sobre el buen criterio de diagnóstico, la formación clínica y el aspecto casi personalizado de dicha formación, sostenido por una gran cercanía con los docentes, tanto titulares como docentes alumnos. Valoran a través de sus respuestas la intensidad, el apoyo y la disponibilidad de la mayoría de los profesores de enseñar en base a una gran cantidad de práctica clínica de alta exigencia, dicen que fue “una buena enseñanza y comunicación de la información con los últimos avances, con clases didácticas”. Dedican un comentario auspicioso sobre el criterio existente en la carrera de temprana atención de pacientes como una herramienta de ayuda o acompañamiento de la formación profesional, un puente desde lo teórico, para abordar lo práctico.
Entre las respuestas obtenidas ante el interrogante ¿porque nos recomendarías?, con alegría se ha conocido de su satisfacción sobre sus expectativas profesionales. También al preguntarles: “Si tuvieras la oportunidad de elegir otra vez donde estudiar esta carrera, ¿optarías nuevamente por nuestra institución? El 98,6% contestó que sí. Otra pregunta da cuenta de si después de haber participado en distintos cursos, jornadas y congresos odontológicos, les resultó favorable la comparación, en términos profesionales, con egresados de otras facultades. Y el 93,2 % contestó afirmativamente. Será quizás porque el 56% responde en otra de las preguntas que la formación que recibió fue muy buena, y el 39% buena. (ver http://www.aoa.org.ar/grado-usal-aoa/identidad).

Balance y perspectivas
Certificamos que estamos en el camino correcto, convencidos de que la verdadera función será la de formar profesionales capaces de brindar salud a la sociedad a la que pertenecen. Por ello quienes nos elijan no vendrán a estudiar odontología, sino a aprender a ser odontólogos. Para lograrlo, la mejor institución en la educación superior a la que asistan será aquella en la que la distancia entre el experto y el alumno sea la menor posible. Nuestra idea es que los alumnos de la Escuela de Odontología de la Universidad del Salvador con convenio con la Asociación Odontológica Argentina entren en contacto directo con profesionales entusiasmados, los vean, escuchen, sientan lo que piensan y sepan de su fervor.
Conscientes de que toda práctica educativa debe responder al momento social al que pertenece nos preparamos para enfrentar un nuevo modelo en el que las tecnologías de la información y la comunicación traspasan las paredes de las aulas, sin necesidad de derribarlas y que obliga a una adaptación institucional y docente. Siempre ser docente exige prepararse. Hoy más. Perfeccionamiento, capacitación o formación significa alterar nuestro comportamiento para mejorarlo. Este es nuestro esfuerzo y compromiso.
En un momento en el que para el mercado laboral los conocimientos técnicos para un rendimiento inmediato parecen ser más valorados, priorizamos una formación integral. Vamos por el verdadero sentido de la educación, el de enseñar valores y formar el carácter de las personas para el desarrollo de su integridad moral. Algo más que transmitir conocimientos instrumentales ya sean destrezas técnicas o teorías científicas.
 

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