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CNP. Experiencia en Río Negro, un trabajo comunitario

27/04/2019

A partir del trabajo mancomunado entre docentes y alumnos, se realizan acciones preventivas, talleres y concursos. En los últimos años, se incorporaron subprogramas de maternidad

El Programa Nacional de Prevención de la Federación Odontológica de Río Negro (FORN) se lleva adelante en dos localidades, la de San Antonio Oeste, coordinado por la Dra. Marta Díaz, y en General Conesa a cargo de la Dra. Adriana Monteoliva.

Inicios del trabajo
La FORN participa del Programa de Salud Bucal de la CORA desde sus inicios. Las Dras. Teresa Criado y Andrea Bautista lo impulsaron desde 1996 en adelante en distintas localidades. En 2001, se sumó la Dra. Díaz y hasta la fecha ha tenido continuidad en forma ininterrumpida en distintos establecimientos escolares públicos y privados, entre ellos jardines, escuelas primarias y especiales de la provincia.

Impacto del programa
En la localidad de San Antonio Oeste, el programa está destinado a niños de 4 a 14 años. Previa capacitación dada por el coordinador odontólogo, los docentes son quienes motivan con clases y trabajos áulicos la incorporación de hábitos saludables y medidas de autocuidado. “Como no estamos ajenos a la problemática de la caries dental existente a nivel mundial y que influye considerablemente en la salud de la población infantil, el programa genera un gran impacto en la comunidad y una gran aceptación tanto de las instituciones escolares como de las familias”, explica la Dra. Marta Díaz. Entre las principales actividades, se hace énfasis en  reforzar las acciones preventivas como implementación del cepillado diario, aplicación de flúor tópico ph 3,5 a cargo del odontólogo, dictado de talleres a padres sobre técnicas de cepillado, actividades a cargo de una nutricionista para establecer pautas de alimentación saludables, y acciones específicas como cariostáticos, inactivación de caries y exodoncias, en los casos necesarios con derivación al servicio odontológico hospitalario.
“Es fundamental coordinar acciones entre salud y educación para desarrollar y fortalecer estrategias de promoción a partir de la planificación de tareas de prevención. Teniendo en cuenta que la salud integral del individuo no se desliga de su salud bucodental”, puntualiza la Dra. Díaz.

Labor conjunta de docentes y odontólogos
En el caso de la localidad de General Conesa, el Programa de Prevención de la FORN se implementa en forma continua desde 2003 en el Hospital Rural Héctor A. Monteoliva. Como primer paso, se lo promociona en los establecimientos educativos y medios de comunicación locales. En marzo y abril se inscribe a docentes en la capacitación en salud bucal para luego de mayo a julio se dictan los cursos de la mano de odontólogos y colaboradores multidisciplinarios. “Los docentes presentan la planificación didáctica de actividades que desarrollarán durante el año con sus alumnos y se les entrega el material para la aplicación práctica en el aula durante el ciclo lectivo”, explica la Dra. Monteoliva.
Entre las principales actividades a cargo del equipo docente, figuran: incorporación del cepillado diario incentivando un refuerzo de este hábito, participación de las escuelas en los concursos de cepilleros, dibujos y kioscos saludables, organización de la Expo Salud Bucal CORA en octubre y participación en el desfile de la Fiesta del Día del Pueblo en donde se presenta el programa y sus diferentes actividades. Por su parte, el equipo de odontólogos realiza reuniones de coordinación con los directivos de las escuelas, brinda capacitaciones, efectúa el monitoreo epidemiológico a los niños bajo programa e implementa  su seguimiento según el nivel de riesgo realizado en conjunto con el Programa Provincial de Salud Escolar, supervisa la autoaplicación de geles fluorados semestralmente y documenta en forma fotográfica y escrita las acciones. “Los logros del programa fueron muchos, se ganaron concursos y también se incorporaron subprogramas como el de Educación Integral para la Maternidad”, comenta Monteoliva.
El programa involucra a diez instituciones escolares. “Una vez que finaliza el año escolar, tratamos de seguir formando agentes de salud con los conocimientos básicos sobre prevención en enfermedades bucodentales, concientizar sobre la importancia de evitar la persistencia de malos hábitos alimenticios a temprana edad, detectar problemas de mala oclusión y, en determinados casos, hacer la derivación correspondiente. Otra meta es incorporar a las familias en forma más activa en las acciones del programa”, concluye la Dra. Adriana Monteoliva.

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