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Hobbies. Modelismo estático

16/10/2017

El odontólogo Miguel Ángel Gramajo primero fue modelista y luego, odontólogo. Ambas actividades exigen precisión y un trabajo minucioso

El Dr. Miguel Ángel Gramajo ha sido dirigente del Círculo Odontológico Santiagueño, en donde su abuelo ha sido uno de los fundadores. Además de desempeñar su profesión, tiene una gran pasión, como él prefiere definir su trabajo en modelismo: “El diorama es la representación a escala de un hecho, real o ficticio en el cual se trata de lograr la perfección en la escena, la composición balanceada en sus líneas básicas tridimensionales, la proporcionalidad y nivel de detalle de los elementos, la fidelidad histórica y la exactitud en la reproducción”.
Las técnicas empleadas en la confección de estas escenas comprenden un abanico amplio, esto depende del grado de perfeccionismo al que aspira quien la realiza: “Hay modelistas que no pueden tolerar las discrepancias en las medidas de la miniatura a escala o la falta en algunos detalles, y comienzan a fabricar sus propias piezas. Más allá del grado de obsesión, son necesarios conocimientos básicos de técnicas y tipos de pintura. También en la imitación de los entornos, necesitamos cierto manejo inicial de materiales de escultura”, explica Gramajo.
Al diorama se lo conoce también como modelismo estático, y su práctica en la Argentina encuentra hoy algunas dificultadas. “Podríamos decir que sucede lo mismo que con la odontología. Hay problemas con los insumos importados, que a veces nos ponen en desventaja a nivel internacional pero también estimulan soluciones creativas y la aparición del mercado nacional de productos de modelismo aunque todavía estamos en pañales en este tema. El acceso a la información por internet facilitó muchas cosas”.
“Para hacer modelismo se necesario un mínimo de habilidad manual, pero la principal virtud es la paciencia, ya que se puede compensar la falta de una habilidad exquisita, con el aprendizaje de buenas técnicas y buenos productos pre-fabricados. Con paciencia todo es posible”, suma Gramajo.
El diorama histórico implica el estudio de la documentación correspondiente con mucho rigor. Sin embargo, el profesional aclara: “No debe transformarse en un impedimento para el fin principal de un hobbies: espíritu lúdico con el fin de alegrarnos la vida. El camino a la perfección, puede ser un poco engañoso”, dice Miguel Gramajo.

Una pasión que se remonta a la infancia
En cuanto a cómo surgió su interés por esta actividad, Gramajo se remonta a su infancia: “A muy temprana edad incursioné en modelismo con mis primeros aviones a escala para armar, pero decidí que esto era lo mío en 1985 cuando estaba en 5º grado y decidí armar en serio una BMW R-75 de Tamiya con unos soldados que las acompañaban. Mi formación en el modelismo fue autodidacta, al principio comprando enciclopedias en fascículos, pero al llegar a Córdoba para estudiar la carrera pude asistir a un club y conocer personas que hicieron un gran aporte directa o indirectamente a mis conocimientos, pero la revolución llegó con internet”.
Los referentes argentinos de Gramajo en modelismo son Maximiliano Spólita, Rafa Portales y Gustavo Andrade y Lechu Villanueva. A nivel internacional, Calvin Tan. “Mis trabajos pasaron desde el simple armado en serio de una maqueta tal cual las instrucciones del fabricante, con incursiones en dioramas de tamaño moderado, para ir quedándome en la categoría de las viñetas que disfruto superdetallar, o la pintura de figuras individuales históricas. Me encuentro casi por terminar una figura de un colega: el Dr. Franz Bäke, un odontólogo con una vida por demás interesante, veterano de ambas guerras mundiales”, cuenta Gramajo.
Así como Gramajo se dedica a la prótesis y la cirugía, en modelismo se ha volcado a la Segunda Guerra Mundial, en particular figuras alemanas en escala 1/35. “Estoy armando una colección particular de soldados famosos. Quiero aclarar que esto no tiene nada que ver con una cuestión ideológica sino con cuestiones vinculadas a materiales y catálogos de modelismo. La marca considerada la número uno en calidad, Alpine Miniatures, posee en su inventario un 85% de figuras alemanas de la segunda guerra”.

Odontología y modelismo
El Dr. Gramajo primero fue modelista y luego, odontólogo. Ambas actividades exigen precisión y un trabajo minucioso. “Tengo casi el doble de años de modelista que de odontólogo. Podría decir que inserté mi vida adulta profesional a la del niño que se resiste a desaparecer a través de esta disciplina que me trae la misma alegría cada oportunidad que logro practicarla. Mas allá de la distracción que todo hobbies proporciona al permitirnos evadirnos de la problemática diaria del ejercicio de cualquier profesión, en mi caso particular disfruto mucho de poder tomarme algo tan serio como la búsqueda de la perfección de una manera relajada por el hecho de saber que no debo ganarme la vida. Trato de llevar esta actitud al consultorio donde a veces el hecho de ser una profesión relacionada a la salud (a pesar de estar inmerso en un sistema que parece no estarlo) puede llevarme a tomar actitudes más inflexibles o de formalidad asociadas a la cirugía. En esos momentos, trato de acordarme de que cualquier actividad debe realizarse con una sonrisa en el rostro”, concluye el Dr. Gramajo.

Miguel Ángel Gramajo: nació en 1975. En 1999, se recibió de odontólogo. Fue jefe de servicio de Odontología en el Hospital de Neumonología Dr. Gumersindo Sayago en Santiago del Estero. Desempeño los cargos tanto de Secretario de Asuntos Científicos Sociales y Culturales, como de Tesorero del COS. Además, es modelista y DJ. “Desde un lugar muy personal, dedico mis obras a mi primo, Hernán Kammerath, quien falleció y extraño mucho”, expresa Gramajo.

 

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